Enganchado a la silla presidencial

Sinceramente, he de deciros que a mi Amadeo Salvo me engañó.

Fue el primer presidente del Valencia que realmente me pareció de una nueva generación de directivos que entendían lo que era gestionar un club moderno como por ejemplo el Manchester. Pero cuando empecé a ver ciertas cosas como la colla mediática de la que se rodeó y cómo empezó a usar el populismo con medias verdades rellenadas de intereses personales... Empecé a entender cuál eran sus verdaderas intenciones.

Porque puede decir que no cobra un duro del Valencia, que lucha contra los enemigos del Valencia, que definde los intereses del Club... pero en realidad, este hombre tenía una visión a largo plazo para quedarse en el sillón presidencial.

El problema, y la habilidad que hay que reconocersela, es que Salvo ha logrado hacer creer a muchos aficionados que quieren sin duda al Valencia, que sus intereses personales son los del Valencia. Por ejemplo, su interés en llenar su infinito ego, en cobrar un buen sueldo que cobrará si finalmente (esperemos que no) Lim se hace con el Valencia, su interés en pagar a un montón de profesionales extranjeros a ocupar puestos que podrían ocupar valencianos y valencianistas... y su interés en que sus amigos, con el populista Julio Insa a la cabeza, se lleven su trozo del pastel al acabar todo esto. ¿Sería una sorpresa que este señor acabase gestionando alguna parte de la comunicación del Valencia CF? No lo creo.

Ahora que Bankia y Meriton parece que van a firmar un acuerdo que dejará a Valencia sin su único símbolo que nos quedaba puramente valenciano (a cayeron Bancaja y el Banco de Valencia, en manos de madrileños y catalanes respectivamente), ya veréis como San Amadeo como parece que algunos lo califican, dejará de trabajar gratis para el Valencia. Además, los contactos y contratos que firmas cuando eres Presidente del Valencia, no son los mismos que cuando eres un sencillo, pero orgulloso aficionado a pie.

Necesitamos alguien que nos mantenga a salvo de Salvo.